Tras 19 años trabajando en Suiza, Manuel decidió regresar a su Galicia natal. Nació en Santa Comba, en la provincia de A Coruña, pero durante muchos años vivió en Santiago de Compostela. Sin embargo, hace 6 años decidió regresar junto a su mujer a su pueblo en busca de tranquilidad.

Su diagnóstico fue inesperado, pero llegó tras varias pruebas neurológicas en una consulta privada. Aunque ahora acude a la Seguridad Social, al inicio le resultaba complicado compaginar el trabajo con horarios de consultas imposibles.

Conoció la Asociación de Párkinson A Coruña gracias a su sobrina y no dudó en llamar. Desde entonces, acude todos los martes para asistir a diferentes actividades y el resto de días participa en las clases de gimnasia que organiza el Ayuntamiento: “necesito moverme. Está muy bien tener un sitio al que ir, porque si no tienes ninguna opción te quedas en casa y te aíslas”.

Además, es un manitas. Los días que se encuentra peor se refugia en su sala de creaciones. Allí pinta, dibuja, hace papiroflexia, puzzles imposibles… Es feliz en Santa Comba, aunque la falta de transporte público y de una red asistencial cercana le obligan a estar constantemente a caballo entre Santiago y A Coruña.